Desde que en Cataluña ganó el sí con el apoyo de más del 90% de los catalanes que participaron del referéndum que Mariano Rajoy insiste que es ilegal, la bolsa de España no deja de anotar pérdidas. En estas tres ruedas el Ibex retrocedió 3,9%. Y si se computan las pérdidas de las empresas más expuestas de la región, las pérdidas ascienden a 16.000 millones de euros, unos 18.800 millones de dólares.

Los bancos Sabadell y CaixaBank fueron los que más perdieron. Estimaciones del banco francés Société Générale dadas a conocer este miércoles señalan que son los bancos que cuentan con la exposición más elevada a posiciones en Cataluña, con 20% y 16% de su cartera de riesgo respectivamente. Por ende, el primero registró una pérdida de capitalización bursátil de 983 millones de euros y el segundo, una de 2.000 millones de euros por el temor a la fuga de depósitos de esas entidades. Le siguen en exposición el BBVA y Bankinter, con una exposición crediticia del 14 y el 11%, que entre ambos perdieron otros 3.000 millones de euros.

Además, entre cinco empresas energéticas perdieron 4.000 millones de euros de valor de mercado, el mismo monto que perdió la textil Inditex porque se considera que de separarse la economía española de la catalana, la empresa perderá su capacidad exportable. Los 2.000 millones de euros restantes obedecen a las bajas en la cotizaciones del resto de las empresas cotizantes del Ibex-35.

Bancos, energéticas, textiles perdieron más de 9.000 millones de euros, pero eso es apenas el comienzo de la crisis. Cataluña representa el 18,8% del PBI de España, unos 235 mil millones de dólares y un 6 por ciento de su territorio.

Pero las pérdidas no terminan ahí. Es que se sabe dónde comienzan pero no dónde terminan, y por lo tanto son inconmensurables. Aun así, al analizar el comienzo de las pérdidas, la separación de Cataluña le representaría a España 16,2% menos de su población y 18,8% del PBI, es decir unos 235.407 millones de dólares, más de un tercio del PBI de Argentina. España también perdería 32.000 kilómetros cuadrados, el 6% de su territorio actual, donde se concentra su polo industrial más fuerte.

Así, aunque el país ibérico pierde potencia industrial, población, territorio y PBI, Cataluña también tiene mucho que perder porque fuera de la Unión Europea, la producción catalana tiene pocos mercados. El valor de la integración es clave para la nación que el lunes declarará su independencia, por eso especialistas advierten que el gobierno de Carles Puigdemont reforzó a poco de asumir sus gastos de representación en todas las capitales de la Unión Europea. En caso de convertirse en país independiente, sus cancillerías ya estarían en funcionamiento para preservar la integración con Europa.

Otra advertencia provino de la calificadora de riesgo Standard and Poor's al recordarle a la Generalitat que su distrito enfrenta fuetes vencimientos de deuda que no puede enfrentar con recursos propios ya que depende tanto de los fondos del gobierno central de España como de la calificación de su deuda (actualmente B+, similar a la deuda argentina), la cual podría empeorar.

"Podríamos reducir nuestras calificaciones de Cataluña en uno o más escalones si consideramos que las tensiones políticas entre el gobierno de Cataluña y el gobierno central de España podrían poner en duda la refinanciación plena y puntual de los instrumentos de deuda a corto plazo de Cataluña o socavar la eficacia del apoyo financiero del gobierno central a Cataluña", apunta el comunicado emitido por S&P.

"Cataluña sigue dependiendo de los fondos del gobierno central para atender su deuda a largo plazo y financiar sus déficits", señaló hoy la agencia calificadora respecto de los 1.400 millones de euros más intereses que tiene que pagar el gobierno catalán de acá a fin de año.